La pareja del lado
que tan normal parece,
con extraños arrumacos
se reinventan placeres.
Mientras él escribe algo
ella mira el movimiento
de sus dedos, de sus manos,
de sus ojos, de su ceño.
Duda entonces si tocarle,
tiene miedo de romper
la fantasía imaginable
con el realismo del placer.
Y se relame los labios
y se retoca los sueños
mira y mira al ser humano
que le produce algo nuevo.
No se si ellos reconocen
que van inventando idiomas
pues de mujeres y hombres
hace el amor sus prosas.
Ellos son un verso viejo
aunque nuevos son sus años
ella al fin toca el cabello
y lanza un beso envenenado.
Y yo con mucho respeto
mientras me doy a escribir
pongo un ojo en el cuaderno
y otro en el amor que vi.
Y ojalá el próximo viaje
sea yo el pasajero
contigo amor en la parte
más precisa de mi cuerpo
y alguien mire que inventamos
los amantes lo más bello,
los idiomas de las cosas
que reinventan universos,
los idiomas de las cosas
más hermosas de este tiempo.

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